VENTAJAS SISTEMA SINATECH DIONYSOS

Imagen ilustrativa de las ventajas de Sinatech DIONYSOS

Desde Sinatech aceptamos el reto que supone incorporar las tecnologías más novedosas del análisis enzimático desde una perspectiva más próxima a la realidad económica y técnica,  y creemos que podemos ayudar a dinamizar el sector y cubrir este gap tecnológico aportando toda nuestra experiencia para ofrecer una plataforma idónea para cubrir las necesidades reales de los laboratorios enológicos utilizando tanto instrumentos específicos como reactivos adaptados que representan la vanguardia tecnológica.

Todas las tecnologías han evolucionada en los últimos años de manera vertiginosa incorporando elementos que no hace mucho parecían impensables. Los analizadores enzimáticos no son una excepción y gracias a estos avances han incorporado (y superado) prestaciones que antes sólo estaban al alcance de los sistemas más complejos y costosos. Los sistemas DIONYSOS han sido diseñados teniendo en cuenta todos estos avances y se han convertido en el analizador de referencia para el laboratorio enológico:

  • ALTA CAPACIDAD DE TRABAJO, con posibilidad de carga continua, muestras urgentes, nuevas peticiones de técnicas en la misma sesión y un número de posiciones suficientes de muestra y reactivo para cualquier tipo de carga de trabajo sin necesidad de dividir la rutina de trabajo.
  • FUNCIONAMIENTO SIN INTERRUPCIONES gracias a la capacidad de gestionar automáticamente varias botellas del mismo reactivo sin intervención del usuario y a una estación de lavado de alta eficiencia y bajo consumo que evita sustituir rotores de reacción, manteniéndolos en óptimo estado durante más de seis meses de uso normal.
  • REFRIGERACIÓN REAL DE MUESTRAS Y REACTIVOS gracias a una nevera con alimentación independiente que mantiene muestras y reactivos entre 4 y 10 ºC independientemente de la temperatura del entorno, alargando su vida útil y reduciendo la frecuencia de calibración.
  • SOFTWARE INTUITIVO diseñado para ser amigable y adaptado a las interfaces táctiles, sin perder el acceso a nuevas funcionalidades exclusivas (extensa base de datos de muestras sobre motor SQL, representación gráfica de resultados, curvas de reacción en tiempo real, control de calidad) y con capacidad para conectarse con softwares de gestión de bodega mediante interface HL7.
  • TECNOLOGÍA PUNTA en todos sus componentes: desgasificador incorporado, puntas  termostatizadas con recubrimiento de nanomateriales y ultrapulido interno, detectores ópticos con matriz de difracción, sensor CCD, electrónica modular independiente, pistones cerámicos de alta precisión, mezclador de reacción… de primeras marcas mundiales y máxima durabilidad que garantizan una precisión máxima en el análisis con el mínimo consumo de reactivos.
  • GESTIÓN AVANZADA para dar soporte al laboratorio en el control del consumo real de reactivos y calibración, la gestión de la calidad, la emisión de informes, para disponer de toda la información en todo momento, sin cargar copias de seguridad.

Los sistemas DIONYSOS son compactos y de uso sencillo, adaptados a las necesidades habituales del laboratorio enológico, sea cual sea su tamaño, y altamente eficientes. El sistema se completa con una amplia gama de reactivos diseñados teniendo en cuenta la simplicidad de uso y el consumo. Todas las formulaciones son líquidas, estables y en su mayoría listas para su uso o con preparación de reactivos en un único paso y con un consumo reducido, siguiendo los procedimientos establecidos por la OIV.

Imagen ilustrativa de las ventajas de Sinatech DIONYSOS

Desde hace más de 10 años, el compromiso de Sinatech con el enólogo ha sido el trabajar codo con codo para proporcionarle las soluciones analíticas más adecuadas al control y seguimiento del proceso de vinificación. Métodos automatizados fácilmente adaptables a cualquier rutina de trabajo, con un equipo de asesoría personalizada para ayudarle a una implementación rápida y sin problemas.

Sinatech: trabajo en equipo.

¿ES HORA DE ACTUALIZAR MI ANALIZADOR?

Pregunta: ¿Es hora de actualizar mi analizador?

Una de las decisiones importantes que se debe tomar cada cierto tiempo en un laboratorio es la de renovar los sistemas existentes para reducir los costes operativos debidos a los mantenimientos correctivos cada vez más frecuentes o simplemente, aprovecharse de las mejoras tecnológicas aparecidas en los últimos años. Siendo la inversión en sistemas instrumentales posiblemente la categoría más importante, disponer de elemento para valorar el posible ahorro futuro que supone tomar la decisión entre de renovar o mantener.

Volumen de trabajo: Es posible que desde el momento en que se adquirió el equipo existente la carga del laboratorio haya cambiado, posiblemente hacia un mayor volumen de trabajo. La capacidad de procesar la carga de trabajo, dentro de la rutina operativa del laboratorio pasa a ser un factor decisivo. Instrumentos de mayor capacidad de proceso (media en pruebas por hora) o de mayor capacidad walk-away (medida en número de posiciones de muestras o de reactivo disponibles) permiten optimizar el tiempo disponible del personal técnico, aumentando su productividad. Un instrumento de mayor capacidad para procesar cargas de trabajo crecientes permitiría reducir los costes de personal asociados, liberando a los técnicos hacia otras tareas más intensivas en intervención manual sin necesidad de contratar personal.

Optimización de consumos: Una de las mejoras técnicas más importantes introducidas en los analizadores de última generación se refiere al menor consumo de reactivos en cada determinación. Esta mejora se consigue por una mejora en el diseño de elementos tan importantes como el sistema óptico, la aguja de muestras, el sistema fluídico o la cubeta de reacción, que pueden alcanzar mejoras en el consumo de reacción de hasta más del 50%. Algunos instrumentos habituales en los laboratorios de análisis fueron diseñado hace más de 15 años, y utilizan hasta un 25% de reactivo adicional en limpiar la aguja para evitar la contaminación por arrastre; otros, debido a su diseño óptico, no permite trabajar con volúmenes inferiores a 200 uL (cuando en los sistemas actuales es habitual 150ul); o, por la imprecisión asociada a su sistema de fluidos no puede aspirar un volumen de muestra inferior a 3uL, obligando a un consumo más alto de reactivo. Si consideramos todos estos factores, podemos encontrar consumos que alcanzan, de promedio, hasta un 35% más que en un sistema de última generación, por lo que el cambio podría suponer ese mismo porcentaje de ahorro en reactivos.

Coste de mantenimiento: Todos los instrumentos de laboratorio necesitan mantenimientos preventivos y calibraciones periódicas para asegurar su correcto estado de funcionamiento. Estos mantenimientos pueden hacerse más frecuentes con el paso del tiempo e incluir componentes sujetos a desgate especialmente costosos. Desde el simple cambio de una lámpara para asegurar una intensidad de luz suficiente, pasando por la reposición de filtros o sustitución de cubetas son operaciones habituales que se efectúan cada 12-24 meses. Otras operaciones menos frecuentes incluyen la sustitución por desgaste de pistones o tubos de bomba peristáltica, reparaciones de placa electrónica que pueden ser especialmente complejas si el modelo en cuestión tiene cierta antigüedad o ha sido sustituido por otros modelos más actualizados por el fabricante original. Algunas de ellas pueden ser innecesarias si el analizador cuenta con sistemas alternativos más eficientes (matriz de difracción en lugar de filtros, pistones cerámicos, sistema óptico sellado, cubetas semipermanentes de bajo coste)

Nuevas prestaciones: Los analizadores automáticos iniciales eran esencialmente sistemas robotizados que tenían como principal objetivo simplificar la manipulación de los reactivos mediante una secuencia repetitiva; al hacerlo, se conseguía minimizar los errores aleatorios debidos a la manipulación, mejorando la precisión del resultado. Este avance supuso un paso muy importante en la mejora de la productividad de un laboratorio, pero actualmente es insuficiente si queremos sacar más partido a nuestros resultados. Así, al aumentar las necesidades del laboratorio, especialmente en el ámbito metrológico, los analizadores tuvieron que introducir herramientas de apoyo en la gestión que permitieran no sólo controlar aspectos importantes de la fase pre-analítica (identificación de muestras, perfiles más complejos, orden de los análisis, pre-diluciones, etc) y de la post-analítica (histórico de resultados y calibraciones, control de calidad interna, gestión de inventario, repeticiones, estadísticas generales, comunicación con sistemas de gestión externa, etc). Estas herramientas son esenciales en caso de usar técnicas sujetas a acreditación, o de querer realizar análisis de grupos de muestras que cumplen determinadas características en procesos de mejora continua dentro de la industria. Otro claro campo de mejora es en la propia gestión del sistema que se aprovecha de los avances tecnológicos de la propia informática: los ordenadores actuales permiten introducir programas de gestión más potentes que, sin perder la comodidad de uso, simplifican la elaboración de listas de trabajo complejas. Aunque es difícil valorar el impacto económico directo que puedan tener estas prestaciones, si es claro que permiten una mejora de la productividad.

Nuevas técnicas: Aunque los analizadores automáticos son capaces de realizar numerosas pruebas diferentes, es necesario que los reactivos estén adecuadamente adaptados a las características específicas del instrumento. Al igual que hay una evolución técnica en el diseño de los aparatos, los reactivos también deben ser optimizados para conseguir el máximo rendimiento en el instrumento, tanto en términos de consumo como en términos de prestaciones metrológicas. En ocasiones, esta evolución es simultánea y disponer de un analizador de última generación es garantía de reactivos específicamente optimizados para su uso con máximas prestaciones, incluyendo opciones de uso que previamente no estaban disponibles por las propias limitaciones del sistema. Al disponer de la posibilidad de introducir estas técnicas en el propio laboratorio, se reducen los costes de externalización de dichas pruebas.

Sinatech ofrece el sistema Dionysos para análisis agroalimentario más avanzado del mercado, preparado para trabajar en las condiciones más exigentes y con un consumo mínimo de reactivos. Benefíciese de todos los avances técnicos destinados a conseguir una precisión y veracidad máxima.

Pregunta: ¿Es hora de actualizar mi analizador?

Desde hace más de 10 años, el compromiso de Sinatech con el enólogo ha sido el trabajar codo con codo para proporcionarle las soluciones analíticas más adecuadas al control y seguimiento del proceso de vinificación. Métodos automatizados fácilmente adaptables a cualquier rutina de trabajo, con un equipo de asesoría personalizada para ayudarle a una implementación rápida y sin problemas.

Sinatech: trabajo en equipo.

SINATECH, UNA EMPRESA INNOVADORA ESPECIALIZADA

Fotografía del analizador químico Dionysos 150 de Sinatech

Sinatech (Sinatech Analytical Systems SL) es una empresa creada en 2019 por varios profesionales con una amplia experiencia de más de 30 años en el mundo del diagnóstico in vitro y el análisis agroalimentario, con la intención de desarrollar productos destinados a labo­ratorios, principalmente del sector agroalimentario, y en particular, de análisis enológico.

El mercado de sistemas enzimáticos en el sector agroali­mentario es relativamente joven y aporta ventajas rele­vantes en el control de procesos (especialmente senci­llez y rapidez en el resultado) frente a métodos oficiales de análisis que resultan complejos y de difícil implemen­tación en algunas industrias. La Organización Internacio­nal del Viña y el Vino (OIV) ya hace tiempo que trabaja para incorporar esta tecnología dentro de los métodos oficiales, especialmente teniendo en cuenta que ya son utilizados, con ligeras diferencias, en sectores tan sensi­bles como es el de diagnóstico humano y veterinario. Sin embargo, la oferta de plataformas de análisis específicamente adaptadas a las necesidades del sector enológi­co es muy limitada, lo que hace que no se aprovechen todas las mejoras en productividad y gestión incorpora­ das en los sistemas más recientes.

Bodegón de reactivos Sinatech

LAS TECNOLOGÍAS MÁS NOVEDOSAS

Desde Sinatech aceptamos el reto que supone incorpo­rar las tecnologías más novedosas del análisis enzimáti­co desde una perspectiva más próxima a la realidad eco­nómica y técnica, y creemos que podemos ayudar a dinamizar el sector y cubrir este gap tecnológico apor­tando toda nuestra experiencia para ofrecer una plata­forma idónea para cubrir las necesidades reales de los laboratorios enológicos utilizando tanto instrumentos específicos como reactivos adaptados que representan la vanguardia tecnológica.

Los sistemas DIONYSOS son compactos y de uso senci­llo, adaptados a las necesidades habituales del labora­ torio enológico, sea cual sea su tamaño, y altamente eficientes. En su diseño se ha buscado maximizar la pro­ductividad incorporando elementos que hasta ahora sólo se encontraban en analizadores de altas prestacio­nes (gestión mediante interface táctil, estación de lava­ do, refrigeración real, dilución automática de muestras de altísima precisión, o la gestión del inventario de reac­tivos, entre otras) utilizando componentes mecánicos y electrónicos de última generación: puntas de muestra tratadas con nanomateriales (que eliminan la contami­nación por arrastre, sin necesidad de desperdiciar reac­tivo como en instrumentos diseñados hace una década), pistones cerámicos de alta durabilidad y precisión (que permiten realizar diluciones directas de muestra hasta ratios 1/100) o una óptica de alta resolución con matriz de difracción. A estas características se añadirían algunas herramientas exclusivas especialmente dirigi­das a la gestión enológica como serían una base de datos para las muestras específicamente diseñada para bodegas (variedad de uva, grado alcohólico, depósito, parcela de producción…), o el registro de viticultores y parcelas. El sistema se completa con una amplia gama de reactivos diseñados teniendo en cuenta la simplici­dad de uso y el consumo. Todas las formulaciones son líquidas, estables y en su mayoría listas para su uso o con preparación de reactivos en un único paso y con un consumo reducido, siguiendo los procedimientos esta­blecidos por la OIV.

Fotografía del analizador químico Dionysos 150 de Sinatech
Fotografía del analizador químico Dionysos 150 de Sinatech

Desde hace más de 10 años, el compromiso de Sinatech con el enólogo ha sido el trabajar codo con codo para proporcionarle las soluciones analíticas más adecuadas al control y seguimiento del proceso de vinificación. Métodos automatizados fácilmente adaptables a cualquier rutina de trabajo, con un equipo de asesoría personalizada para ayudarle a una implementación rápida y sin problemas.

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QUIMIOMETRÍA EN ZUMOS

Fotografía de zumos de fruta

El consumo de zumos está ampliamente extendido alrededor del mundo siendo, además de una bebida refrescante y saludable, una importante fuente de compuestos beneficiosos para la salud. La calidad de los zumos está directamente relacionada con su composición, que a su vez depende del tipo y variedad de fruta utilizada. Las legislaciones referentes a la calidad de los alimentos son especialmente exigentes en cuanto a la trazabilidad de la procedencia de los mismos, así como respecto a su composición. Las adulteraciones más frecuentes en los zumos de fruta y derivados incluyen falsas declaraciones de origen, dilución con agua, adición de azúcares, ácidos o zumos de menor valor, siendo esta última una práctica de importante impacto económico. Los productores de procesados de frutas y vegetales deben implementar las herramientas analíticas que les permitan asegurar tanto el origen real como la calidad del producto utilizado o la adulteración del mismo.

Cada fruta y vegetal, en función de su especie, variedad y procedencia presenta un perfil específico de composición que puede ser utilizado para detectar la presencia de producto no conforme a las especificaciones esperadas. En particular, el perfil de azúcares (sacarosa, glucosa, fructosa, sorbitol) y el de ácidos orgánicos (málico, láctico, cítrico, isocítrico, tartárico y otros) pueden ser utilizados para detectar mezclas o adiciones no declaradas en matrices como zumos, néctares y purés de frutas. Durante el procesado de la fruta, estos perfiles tienen la ventaja de ser relativamente estables (en ausencia de fermentación) frente a oxidación o alteraciones de otro tipo. Además, pueden ser fácilmente medidos con alta precisión de forma independiente, ya sea por procedimientos enzimáticos específicos o tras procesos de separación cromatográficos.

La determinación simultánea de estos parámetros y su comparación con perfiles ya conocidos utilizando métodos estadísticos multivariantes (en particular las denominadas PCA, Principal Component Analysis, y HCA, Hyerarchical Cluster Analysis) se denomina quimiometría. Este tipo de tratamiento de los datos permite evaluar aspectos tan específicos como la procedencia geográfica, las propiedades sensoriales y nutricionales, o la existencia de adulteraciones. En algunos casos se requieren técnicas instrumentales complejas (HPLC, intercambio isotópico, FT-IR) que requieren un elevado nivel técnico, pero es posible utilizar métodos más sencillos para recoger de forma fiable los diferentes datos a utilizar, como los métodos espectroscópicos UV-Vis.

Para facilitar el análisis, la AIJN-European Fruit Juice Association publica diferentes guías de referencia en función del tipo de zumo en las que se detallan, además de los valores máximos y mínimos, datos específicos respecto a los valores esperados que tienen en cuenta las diferencias entre variedades, así como a lo largo del proceso de maduración. En la tabla siguiente, elaborada a partir de diferentes fuentes bibliográficas, se muestra a modo de ejemplo los perfiles correspondientes a varios zumos habituales, en los que se puede confirmar las diferencias entre ellos.

Fotografía de zumos de fruta
Tabla quimiometría
(Click en la imagen para ampliarla)

Algunos de estos componentes son auténticos marcadores de identidad por su elevada concentración en algunos frutos y prácticamente su ausencia en otros. Es evidente al analizar la tabla detectar algunas de las adulteraciones que pueden darse al sustituir zumos de elevado valor económico (como los de frutos rojos) por otros más asequibles. Por ejemplo, la presencia de ácido tartárico en un zumo es una señal muy evidente de la presencia de zumo de uva, ya que este ácido no aparece en ningún otro fruto; lo mismo podría decirse de la presencia de sorbitol, un azúcar cuya presencia es muy significativa en zumo de pera, pero prácticamente ausente en otros frutos.

En otros casos, las proporciones relativas entre algunos parámetros son lo suficientemente indicativas como para señalar la presencia de factores que puedan alterarlos. Así, la relación entre glucosa y fructosa, en general se mantiene en valores cercanos a 1, pero un valor más elevado podría sugerir la presencia de zumo de manzana y/o pera; o una relación entre sacarosa y glucosa+fructosa alta sería característica de zumo de melocotón y/o piña.

Mención aparte merecen otros ácidos que, aunque no ofrecen información referida a la autenticidad, si que nos proporcionan datos sobre la calidad del procesado, como el ácido ascórbico (que es un indicador de la frescura del zumo, ya que se degrada a lo largo del tiempo), el ácido acético (que podría ser indicativo de un proceso de fermentación iniciado) o el D-láctico, que apuntaría a contaminación por bacterias lácticas.

Sinatech ofrece una gama de reactivos enzimáticos de alta fiabilidad y precisión para la determinación específica y precisa de azúcares y ácidos en zumos de fruta y derivados aceptados entre los métodos oficiales de análisis para frutas y vegetales recogidos en el Codes Stanley (CDX-247). El sistema Dionysos ofrece a los productores de zumos, néctares y purés envasados una herramienta óptima para el control del proceso de producción y la detección de adulteraciones, capaz de garantizar los requisitos de calidad y seguridad alimentaria exigidos por la reglamentación existente.

REFERENCIAS

  • Jiaxiu Li, Chunling Zhang, Hui Liu, Jiechao Liu, Zhonggao Jiao. Profiles of Sugar and Organic Acid of Fruit Juices: A comparative study and implication for authentication. J. Foof Quality (2020), ID 7236534. https://doi.org/10.1155/2020/7236534

  • Marconi, O; Floridi, S; Montanari, L. Organic acids profile in tomato juice by HPLC with Uv detection. Journal of Food Quality 30 (2007) 253–266..

  • Pilando, LS; Wrolstad, RE. Compositional profiles of fruit juice concentrates and sweeteners. Food Chemistry 44 (1992) 19-27.

  • Nikolaou, C., Karabagias, I.K., Gatzias, I. et al. Differentiation of Fresh Greek Orange Juice of the Merlin Cultivar According to Geographical Origin Based on the Combination of Organic Acid and Sugar Content as well as Physicochemical Parameters Using Chemometrics. Food Anal. Methods 10, 2217–2228 (2017). https://doi.org/10.1007/s12161-016-0757-2Lorente, J; Vegara, S; Martí, N; Ibarz, A; Coll, L; Hernández, J; Valero, M; Saura, D. Chemical guide parameters for Spanish lemon (Citrus limon (L.) Burm.) juices. Food Chemistry 162 (2014) 186–191.

Desde hace más de 10 años, el compromiso de Sinatech con el enólogo ha sido el trabajar codo con codo para proporcionarle las soluciones analíticas más adecuadas al control y seguimiento del proceso de vinificación. Métodos automatizados fácilmente adaptables a cualquier rutina de trabajo, con un equipo de asesoría personalizada para ayudarle a una implementación rápida y sin problemas.

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LAS REGLAS DE WESTGARD

Imagen de una segunda versión de gráfica de Westgard

Llamamos “errores” en un análisis a la diferencia entre el valor obtenido para una muestra y el valor real del analito en la misma.  Algunos de estos errores son aleatorios y, por tanto, inevitables. Son consecuencia de la dispersión aleatoria en torno a un valor medio (el valor real) y presentarán diferencias positivas y negativas con respecto al mismo representadas mediante el parámetro estadístico denominado desviación estándar. Este tipo de errores no se pueden eliminar pero si se pueden minimizar.

Otros errores son desviaciones sistemáticas causadas por nuestro proceso de medida y pueden corregirse mediante diferentes procedimientos en función de la naturaleza del error (por ejemplo, recalibrando el método). Los protocolos de calidad son las herramientas que se utilizan para determinar tanto la intensidad de un error aleatorio (y determinar en que momento se superan los límites de tolerancia fijados) como para identificar la existencia de errores sistemáticos que deberán corregirse. Es el uso de estos protocolos lo que en último término determina la fiabilidad del resultado.

La forma habitual de evaluar la calidad de una serie de medidas es la utilización de material de control; es decir, una muestra cuya composición es conocida para los parámetros que queremos controlar y que incluimos junto con otras muestras desconocidas. Si para la muestra control obtenemos el valor esperado, entonces se asume que las muestras problema están dando resultados correctos (lo que se denomina validación de la serie); en caso contrario (el control no da el valor esperado), rechazaríamos la serie ya que los resultados estarían comprometidos por un error indeterminado. Sin embargo, el concepto ‘valor esperado’ necesita alguna aclaración adicional, ya que la propia medida del control está sujeta a errores.

El primer paso es centrarse en el error aleatorio que, en las condiciones habituales de medida, viene representada por una función de distribución normal de los resultados (la llamada campana de Gauss). Esta función permite calcular la probabilidad de que un resultado esté más o menos alejado del valor real; así, a una distancia de 1 desviación estándar por arriba o por abajo, tendremos el 68,2% de los resultados; a una distancia de 2 desviaciones estándar, el 95,4% y a una distancia de 3 desviaciones estándar, el 99,7%. Por tanto, el primer elemento a determinar para poder saber si nuestro resultado de control es aceptable o no es conocer la desviación estándar asociada a nuestro método mediante medidas realizadas específicamente con ese propósito (por ejemplo, n replicados del material de control) o simplemente fijarla en base al error máximo tolerable que queremos para esa determinación (siendo el valor máximo de error que no cambia las decisiones a tomar en base a la medida realizada). En el primer caso pondremos el punto de mira en las características específicas del método de medida, mientras que en el segundo en las necesidades generales del proceso.

Mediante este procedimiento no tenemos ninguna información sobre el error sistemático, ya que la información que tenemos es estrictamente puntual en el tiempo. Además, estando la propia medida sujeta a error, siempre tendremos un riesgo no nulo tanto de no detectar un posible error como de aceptar un falso rechazo. Al mirar el conjunto de datos obtenidos a lo largo del tiempo obtenemos información adicional que nos permite establecer algoritmos para estimar la existencia de errores no aleatorios (y por tanto repetidos en el tiempo si no se corrigen) así como minimizar la probabilidad de falsos rechazos o de aceptar errores fuera de tolerancia. El más utilizado de todos son las llamadas Reglas de Westgard en las que se combinan algunas de las reglas de control más frecuentes:

  • 12s : Si el valor obtenido está fuera de  ±2 desviaciones estándar, pasamos a comprobar
  • 13s : si está fuera de ±3 desviaciones estándar, lo rechazamos; si no, comprobamos
  • 22s : si tenemos dos resultados seguidos fuera de ±2 desviaciones estándar, rechazamos; si no,
  • R4s : si entre los dos resultados hay más de 4 desviaciones estándar, rechazamos; si no,
  • 41s : si tenemos 4 resultados seguidos fuera de 1 desviación estándar con el mismo signo, rechazamos; si no,
  • 10: si tenemos 10 resultados al mismo lado del valor esperado, rechazamos; en caso contrario aceptamos la serie.

Cada una de estas reglas apunta a un mecanismo de detección de errores diferentes. Así, utilizando únicamente una regla 12s, nos encontraríamos que el 4.6% de las series serían equivocadamente rechazadas (ya que estadísticamente corresponde a la probabilidad de las colas que quedan fuera de 2s), mientras que una regla 13s posiblemente sería demasiado permisiva y podríamos acabar aceptando algún error intolerable (por ejemplo, un error sistemático que llevara los resultados más allá de 3 desviaciones estándar, todavía daría un 50% de resultados “aceptables” y 50% “no aceptables”). Combinándolas reforzamos la capacidad de detección tanto de aumentos en la imprecisión (error aleatorio) como en la aparición de errores sistemáticos. Al introducir varios datos consecutivos, como en 22s y R4s se refuerza la capacidad de detectar desviaciones relevantes del valor esperado o de la imprecisión

No todas las reglas deben aplicarse de forma sistemática, sino que es el laboratorio el que decide qué reglas aplicar teniendo en cuenta el número de controles disponibles, el coste del procedimiento de análisis, la frecuencia con que se realiza el mismo, el riesgo de falso rechazo o la probabilidad de detectar errores no tolerables. Es frecuente considerar el incumplimiento de la regla 12s como una advertencia (no genera rechazo de la serie) e ir incorporando reglas adicionales como 22s y R4s hasta alcanzar el nivel adecuado de detección de errores y de limitación de falsos rechazos.

El uso de controles durante el proceso de medida y su correcta interpretación en el contexto de trabajo del laboratorio es una de las herramientas más potentes de las que dispone el responsable de laboratorio para evaluar la calidad de los resultados proporcionados. Sinatech dispone de material de control multiparamétrico para ayudar en esta tarea y ayudar al laboratorio enológico a proporcionar resultados fiables y precisos y su sistema Dionysos incorpora herramientas para la aplicación automática de diferentes reglas de control y grafismos que sirven de apoyo para su correcta interpretación.

Imagen de una gráfica de Westgard

Referencias:

https://www.westgard.com/  (Página web oficial).

Desde hace más de 10 años, el compromiso de Sinatech con el enólogo ha sido el trabajar codo con codo para proporcionarle las soluciones analíticas más adecuadas al control y seguimiento del proceso de vinificación. Métodos automatizados fácilmente adaptables a cualquier rutina de trabajo, con un equipo de asesoría personalizada para ayudarle a una implementación rápida y sin problemas.

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